Mido Commander Gradient, mecánica relojera en evidencia
Con Commander Gradient, Mido se atreve a abrazar lo inesperado, mostrando un mecanismo de reloj debajo de un fondo de caja degradado. La esfera de acrílico transparente es una novedad en esta icónica colección que marca tendencia entre los representantes suizos de la relojería más destacada.
Los engranajes visibles rinden homenaje al Calibre 80 (base ETA C07.611), que ofrece un movimiento de última generación y una reserva de marcha de hasta 80 horas. Los componentes de este calibre se pueden admirar tanto en el lado de la esfera, como en la parte trasera, gracias a un fondo de caja transparente.
Su destacada carátula azul propone una estética única, y un contraste inigualable con la calidez del movimiento en acción. Adornada con un original efecto ahumado degradado, la esfera se vuelve cada vez más opaca en los bordes, mientras que la ventana de fecha, a las 3 en punto, se destaca perfectamente sobre el fondo blanco de la ventanilla.
El último modelo de esta icónica colección sigue sorprendiendo con una versión juvenil que destaca en las muñecas de quienes prefieran un reloj original.
Los índices de hora pulidos y las manecillas de horas y minutos con corte de diamante son claramente visibles, incluso de noche, gracias a su revestimiento Super-LumiNova® blanco. El segundero está revestido del mismo blanco y se destaca sobre el fondo ahumado de la carátula. El cristal de zafiro facetado y abovedado mejora aún más la legibilidad. Esta es una característica a la que la marca suele poner especial atención, asegurando a los amantes de la relojería, un elemento cuyo diseño y funcionalidad cuentan con un respaldo asegurado.
El Commander Gradient está fabricado completamente en acero. Cuenta con un bisel pulido, una caja de 40 milímetros de diámetro y correa de metal con acabado satinado, y cierre desplegable con pulsadores, que permiten una fácil apertura, así como un cierre seguro.
Con un fondo de caja atornillado, este reloj ofrece una hermeticidad de hasta 50 metros. Las barras de Ginebra decoran la masa oscilante del Calibre 80, un componente característico del mecanismo automático. Una vez que se le da cuerda por completo, este movimiento ofrece una excepcional reserva de marcha de hasta 80 horas.
La arquitectura detrás del estilo
Las líneas reconocibles de la colección Mido Commander rinden homenaje a la silueta de la Torre Eiffel. Su caja satinada resalta por un bisel delgado. La forma redonda hace eco de los arcos del monumento, mientras que los índices rectangulares y las agujas completas con barras de metal pulido recuerdan la celosía de hierro de la torre. Esta estética atemporal ha resistido la prueba del tiempo durante más de cinco décadas, ya que Mido viene produciendo esta colección, de forma continua, desde 1959. Al igual que la famosa torre parisina, el Commander es un verdadero ícono: un símbolo de la tradición y el saber hacer de la relojería suiza.