El ganador nacional del certamen de coloración Style Colour Trophy de L'Oréal Professionnel viajará a la capital de Francia para capacitarse e instalar la bandera de los estilistas argentinos. Comprometido con la moda y el cuidado del medio ambiente, asegura que nuestro país tiene grandes profesionales y que genera tendencias.
Pablo Sánchez siempre tuvo claro lo que quería: “desde muy chico, cuando tenía 7 u 8 años, peinaba a mi hermana y sus amigas cuando se preparaban para ir a bailar a la matinée”, recuerda. Ya en el secundario tenía decidido que quería estudiar peluquería, así que empezó a gestar ese sueño en aquel entonces. “A los 17 años comencé a ir a una academia y a trabajar como asistente en un salón, lavando cabezas y sirviendo café”. Su amor por su trabajo hizo que terminara el quinto año del secundario en el turno noche.
Hace 9 años que está en la que hoy es su peluquería en el barrio de Núñez. “Empecé como empleado, pero a los pocos meses, la que era la dueña quiso vender el lugar y yo compré el fondo de comercio”. Su espacio Vía Núñez es, ante todo, un emprendimiento familiar en el que se respira amor: allí trabaja con Emerson, su pareja, y con Ana, su mamá, que lo ayuda en la recepción y en la parte administrativa del negocio.
Su camino hacia el concurso que lo consagró
Pablo se reconoce como un estilista autocrítico y exigente con su trabajo, y confiesa que nunca antes había querido presentarse al concurso porque pensaba que “la iba a pasar mal”. “Conozco el certamen desde siempre, a nivel internacional es muy reconocido en el mundo de la peluquería, pero nunca me animaba a participar por miedo a no disfrutar el proceso”, dice. Pero toda su gente le insistió y, finalmente, se decidió a anotarse. “Fue un desafío porque dije: “si lo hago, lo hago muy bien, o no lo hago”. No quería presentar un trabajo por el sólo hecho de participar, quería hacerlo bien”.
Y vaya que fue así: Pablo resultó elegido en una preselección entre más de 300 inscriptos de todo el país. Los 10 finalistas compitieron por el primer puesto en un encuentro realizado en la Academia de L’Oréal, en la ciudad de Buenos Aires. El evento se transmitió por Youtube el pasado 30 de agosto. “Se realizó en un edificio sustentable hermoso, se organizó el espacio como si fuera un estudio de filmación y allí trabajamos durante 4 horas y media. Fue la mejor experiencia profesional de mi vida”, cuenta emocionado.
Quiero ir a París a demostrar que en nuestro país tenemos muy buenos peluqueros, que de acá sale mucha tendencia y mucha moda, que no todo viene desde Europa. Quiero dejar esa huella, contarle al mundo que la Argentina es un lugar para tener en cuenta en ese sentido".
Pablo
Un desafío extra inesperado
La técnica elegida para poner a prueba su talento fue el “French Balayage”, una de las últimas tendencias de color y styling en la que se decolora el cabello y luego se aplican todos los matices para generar un degradé. Pero Pablo tuvo un desafío extra: “tuve un problema con el color y terminé tan sólo 20 segundos antes de que finalizara el tiempo establecido, con un stress terrible”. Algo de los nervios de aquel momento se instala en su rostro cuando relata lo que le pasó: “le apliqué el decolorante a mi modelo y me fui unos segundos a tomar un vaso de agua. Cuando regresé, un lado de su cabello estaba más claro que el otro. Me di cuenta entonces que a uno de sus lados había una boca de aire acondicionado, y al otro, luces led que daban mucho calor. Las condiciones climáticas influyen mucho en el momento de la decoloración, así que giré a la modelo pero el lío ya estaba hecho”, cuenta. En ese momento, Pablo pensó que ya estaba todo perdido pero igualmente siguió adelante: “aunque era difícil revertir esa situación, iba a darlo todo, puse en juego mis herramientas de colorista profesional y busqué resolverlo”. Quedó conforme, algo inusual para su personalidad exigente: “quedó hermoso, estoy tranquilo”, pensó.
El resultado de ese trabajo cautivó al jurado, que al día siguiente lo anunció como el ganador de la competencia en un evento realizado en La Rural de Palermo. “Cuando dijeron mi nombre no lo podía creer. Escuche “Pablo Sánchez” y luego de eso no recuerdo nada más”.
Lo que sigue para él es una semana de formación en París, además de la posibilidad de hacer turismo por esa hermosa ciudad europea. “Voy a educarme a la Universidad de L´oréal, nada más ni nada menos, el lugar número uno para los peluqueros”, relata entusiasmado. “Aprovecharé a full esa semana de capacitación, la voy a absorber con todos mis sentidos para traer todo ese conocimiento a Argentina”, dice. “También quiero ir para demostrar que en nuestro país tenemos muy buenos peluqueros, que de acá sale mucha tendencia y mucha moda, que no todo viene desde Europa. Quiero dejar esa huella, contarle al mundo que la Argentina es un lugar para tener en cuenta en ese sentido”.
Pablo aún no viajó, pero sus ojos le brillan y una sonrisa enorme se le dibuja en la cara cuando habla. “Si tengo la suerte de quedar entre los mejores a nivel mundial, viajaré en diciembre para una final internacional. Tenemos muchas posibilidades de ganar el título, sería un sueño”.
Moda con conciencia ambiental
Además de ser el mejor estilista del país, Pablo Sánchez es un profesional comprometido con el cuidado del medio ambiente.
“Hace muchos años que en mi casa hacemos nuestro compost, separamos los residuos plásticos, papel, cartón. Cada vez tiramos menos basura al tacho común y reciclamos más, cuidamos más el agua y la luz”, cuenta. Y esa filosofía sustentable la traslada a su peluquería. “Por eso, cuando me presenté al concurso me pareció importante llevar algo que tuviera que ver con esto, que es parte de mi vida”. Además de sus cepillos de bambú y sus peines de madera, Pablo utilizó material sustentable y biodegradable para separar cada mecha de cabello, en reemplazo de las bandas térmicas, el papel film y el de aluminio, que se degradan en muchísimos años. “Me llenó el corazón saber que esta acción iba a tener difusión y que otros salones van a poder copiar la iniciativa”, dice.
Desde L´oréal también se trabaja en este sentido. Mediante su programa internacional Hair Stylist for the Future busca hacer salones más sustentables. Vía Núñez fue elegido como uno de los embajadores de este proyecto para hacer una prueba piloto en Argentina. “Somos 10 salones del país los que participamos, nos trajeron un tacho de basura especial para separar el cabello, el papel y los plásticos”.
Además, una agencia especial de sustentabilidad les realiza mediciones de luz y del consumo de agua. De los participantes de la prueba, “somos el que más manejo de energía tiene y el que logró menor impacto en la huella de carbono, en la huella hídrica. Estamos contentos porque nos dimos cuenta que lo que veníamos haciendo, lo estábamos haciendo bien. Y vamos a continuar en este camino”, subraya Pablo.
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