Para reducir la contaminación ambiental, el gobierno brasileño impuso restricciones a una de las opciones más demandadas por los turistas que viajan a la ciudad.
Los helicópteros que sobrevuelan las principales atracciones turísticas de Río de Janeiro, como el monumento al Cristo Redentor, el Pan de Azúcar, la Floresta de Tijuca, las playas de Arpoador y Leme, en la zona sur, limitarán sus vuelos a raíz de un acuerdo firmado por las empresas operadoras y el Ministerio Público Federal (MPF).
La contaminación sonora que generan los vuelos panorámicos que se ofrecen para turistas estuvo en el ojo de una investigación civil iniciada en abril de 2023, debido a las denuncias de varias asociaciones de vecinos.
En el acuerdo, las nueve empresas firmantes que operan los vuelos se comprometieron a adoptar una serie de normas para minimizar el impacto acústico en las zonas afectadas. Entre las medidas figuran el mantenimiento de alturas mínimas de vuelo, distancias específicas que deben respetarse con respecto a las playas y los monumentos más famosos, así como el cumplimiento de trayectorias de vuelo predeterminadas. Las aeronaves deberán mantenerse a una distancia de entre 600 y 800 metros del Cristo del Corcovado y evitar realizar maniobras estáticas sobre el monumento.
El documento tiene una validez de un año y entrará en vigencia en 15 días, según informó Agencia Brasil.