A tan sólo 105 kilómetros de la Capital Federal se encuentra la localidad bonaerense de “Monte”, una comunión de naturaleza en estado puro e historia, para desenchufarse, enamorarse y volver, una y otra vez.
Los sonidos de la naturaleza abundan a la hora de la siesta, las calles angostas se conjugan con construcciones de antaño y al caer la noche el pueblo de “Monte”, tal como se lo conoce popularmente, ilumina su costanera de punta a punta en una escena romántica, casi de película.
El encanto de caminar por allí a la luz de la luna se suma a la experiencia de su disfrute durante el día con espacios de recreación, servicios gastronómicos, paseos en bicicleta, cabalgatas y un ambiente propicio para una tarde de mate con amigos o un picnic en familia.
Su inmensa laguna adquiere protagonismo con un perímetro de 15 kilómetros y unas 720 hectáreas de superficie, y despliega su gran atractivo para los fanáticos de la pesca, quienes durante todo el año se acercan en busca de varias especies como dientudos, carpas, tarariras, bagres y pejerreyes. Los deportes acuáticos también convocan visitantes deseosos de practicar natación, windsurf, jet ski, motonáutica, regatas y velerismo, entre otros.
Rastros de historia
Si bien la localidad es famosa por su espejo lacustre, Monte tiene una gran riqueza histórica por conocer, lo que se convierte en un programa interesante para sumergirse en las costumbres y las raíces de este lugar que nació como puesto defensivo contra el ataque de los aborígenes en el siglo XVIII.
Cuenta la historia que los orígenes se remontan al avance de los españoles sobre la llanura pampeana y la delimitación de líneas de frontera por medio de la creación de fuertes o fortines por el año 1779.
Allí es donde residía la “Guardia del Monte”, también llamada “Guardia de San Miguel del Monte de Gárgano”, denominación que responde al monte ubicado en el sur de Italia, donde se aparece por primera vez el Arcángel San Miguel al pueblo que resistía a los bárbaros, según cuenta la leyenda.
Por su parte, el peso de la presencia del caudillo terrateniente Juan Manuel de Rosas en su estancia “Los Cerrillos” y la influencia que ejerció en la región, también forma parte del alto valor histórico y cultural de San Miguel del Monte.
Para favorecer la conservación de esta reliquia histórica, testigo del nacimiento de las milicias rurales “Los Colorados del Monte” y punto de partida de la primera expedición al desierto, el Rancho de Rosas fue trasladado a lo que tradicionalmente se conoce como “casco histórico”.
Turismo rural, hospedajes y atractivos
Más allá de su costado histórico, San Miguel del Monte dibuja una postal rural en un contexto de paradisíacas estancias, chacras y casas de campo ubicadas en los alrededores de la localidad, ideales para relajarse en los spa y piscinas, conectarse con la naturaleza durante los paseos en sulky y avistajes de aves, sin olvidarse de probar los mejores platos de la cocina criolla y gourmet, un verdadero deleite para el paladar.
Pero las propuestas de hospedaje no terminan ahí, sino todo lo contrario. El pueblo de Monte ofrece diversas opciones según las posibilidades de cada bolsillo y el gusto del visitante, quien puede elegir entre cabañas, bungalows, hoteles, posadas y campings.
Así, Monte ofrece una estadía que combina historia, naturaleza y olorcito a campo en un ambiente familiar que convoca a todos los que buscan escarparse de la rutina y disfrutar de un cambio de aire renovador.
Cómo llegar:
Desde Buenos Aires, tomar la Av. 9 de Julio, luego la Autopista 25 de Mayo, Autopista Dellepiane, Autopista Ricchieri, y la RN 205 para luego tomar la RN 3 y llegar a destino. Son 105 kilómetros de viaje.
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