En la actualidad, Seiko Prospex es símbolo de resistencia y durabilidad. Con un nombre que combina las palabras “profesional” y “especificaciones”, Prospex expresa la filosofía de siempre seguir adelante.
Cuando Seiko lanzó el primer reloj de buceo de Japón, en 1965, marcó un hito singular para la fabricación de estos modelos. No se trataba solo de un reloj, sino de un instrumento de buceo fabricado bajo un estricto control de calidad, y construido para alcanzar los más altos estándares de fiabilidad y resistencia al agua.
En la actualidad, Seiko Prospex es símbolo de resistencia y durabilidad. Con un nombre que combina las palabras “profesional” y “especificaciones”, Prospex expresa la filosofía de siempre seguir adelante.
Con toda una historia que lo respalda en el desarrollo de piezas de alta confiabilidad y diseño, Seiko presenta este modelo mecánico automático (con cuerda manual), calibre 6R35, que llega con una precisión de -15 a +25 segundos por día (permaneciendo estático), y una reserva de marcha de 70 horas aproximadamente.
La pieza, que trae 24 rubíes, permite la función de detención de la aguja segundera, además de calendario de fecha, ubicado a las 3 en punto.
Su caja de 40.5 milímetros, es de acero inoxidable con revestimiento endurecido que asegura durabilidad y resistencia frente a los golpes.
Cuenta con un cristal zafiro curvado con revestimiento anti reflectante en la superficie interior. Las agujas, números y el bisel giratorio unidireccional llegan con un baño de LumiBrite, lo que permite una fácil lectura.
La correa, de acero inoxidable, trae un cierre desplegable no ajustable con botón de apertura, y un triple cierre desplegable de seguridad.
Al tener una resistencia al agua de hasta 200 metros de profundidad, este reloj, como todos los que forman parte de la colección Prospex, se propone como el complemento ideal para los buceadores, por ser una herramienta que ayudará a su actividad. La corona de tipo roscado permite lograr la hermeticidad necesaria para este tipo de inmersiones.
