Una impresionante colección de arte contemporáneo inmersa en un contexto natural único. Un destino para admirar, asombrarse y llenar de fotos el celular.
Además de ser enorme, Inhotim es impactante por varias razones: está inmerso en un parque natural que combina jardines botánicos, lagos y bosques, en él se exhiben obras de arte contemporáneo de artistas de todo el mundo, y posee galerías de diseños arquitectónicos destacados, con muestras interactivas, inmersivas y realmente asombrosas.
Este museo a cielo abierto está ubicado en la ciudad de Brumadinho, en Brasil, y ocupa 140 hectáreas. Cuenta con 9 jardines temáticos que albergan una extensa variedad de plantas y especies botánicas. Recorrerlo es un placer en sí mismo: andar por el verde, escuchar el sonido de las aves que sobrevuelan cerca, abstraerse en tremenda naturaleza para descubrir, de pronto, cómo aparece una obra arquitectónica en medio del paisaje. Son 24 galerías que proponen vivencias difíciles de olvidar.
INHOTIM OCUPA 140 HECTÁREAS EN LAS QUE FUSIONA EL ARTE CON LA NATURALEZA. SUS GALERÍAS SE ALZAN EN EL PAISAJE CON UNA ARQUITECTURA IMPONENTE.
Experiencias impactantes
Cada galería se fusiona con el entorno y fue creada especialmente para la obra que expone. La mayoría exhibe muestras permanentes, mientras que otras se van renovando y cambiando.
Todas ofrecen experiencias únicas y algunas muy flasheras. La galería Cosmococa, por ejemplo, tiene cinco salas lúdicas que buscan simular las sensaciones que genera haber consumido cocaína. Al recorrerlas, uno pasa por el frío intenso (hay una piscina de agua helada en la que es posible sumergirse), la euforia, el cansancio (con colchonetas en el piso que invitan a recostarse y relajar) y la alegría (en una sala llena de globos de colores), hasta volver al estado natural.
LA GALERÍA COSMOCOCA PROPONE EXPERIMENTAR LAS SENSACIONES QUE PROVOCA CONSUMIR COCAÍNA.
La galería Maxita Yano (“Casa de Arcilla” en lengua yanomami), dedicada a la fotógrafa brasilera Claudia Andujar, fue diseñada de acuerdo a los requerimientos de los indios yanomamis, a quienes la artista retrata en su obra. El día de su inauguración, la tribu realizó en el lugar una ceremonia en la que invocó a los espíritus para que ingresaran por las noches. A pedido de los nativos y para permitir que eso suceda, el techo de la sala se hizo abierto. Tiene una superficie de 1600 metros cuadrados (es el segundo edificio más grande del parque) y todo su piso es de madera traída del Amazonas.
LA MUESTRA DE CLAUDIA ANDUJAR REALIZA UN RECORRIDO FOTOGRÁFICO DE LA VIDA DE LA TRIBU YANOMAMI, EN UN EDIFICIO DISEÑADO ESPECIALMENTE PARA LA OBRA.
En otra de las muestras, la artista japonesa Yayoi Kusama fusiona elementos del arte pop y la psicodelia. En una instalación inmersiva, la propuesta de la obra es que el espectador sea trasladado a un universo totalmente distinto al exterior, a un cosmos trascendental. En una habitación a oscuras, llena de espejos, se iluminan pequeñas linternas con luces amarillas hasta apagarse por completo y llegar nuevamente a la oscuridad total.
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Así, todas y cada una de las obras invitan a vivir una experiencia artística distinta y enriquecedora, en un espacio arquitectónico que tiene como marco un imponente parque natural.
CADA UNA DE LAS GALERÍAS Y JARDINES TEMÁTICOS DEL PARQUE INVITA A VIVIR Y SUMERGIRSE EN EXPERIENCIAS SORPRENDENTES.
La naturaleza, un atractivo indiscutido
Muchas de las personas que visitan Inhotim lo hacen para pasar el día en la naturaleza. El lugar tiene un espacio con juegos para niños, dos restaurantes, cafeterías y mucho para explorar. La propuesta es disfrutar de los jardines, descubriendo las obras de arte y esculturas que se integran de forma armoniosa con el entorno.
Se necesita más de un día para recorrer este museo y hay que ir dispuesto a caminar, o bien, subirse a uno de los carritos que te llevan por todo el parque, de galería en galería. Lo más recomendable es ir con calzado cómodo y tener a mano un mapa para organizar el recorrido.
El lugar es tan grande que ya se está trabajando en un proyecto para construir un alojamiento y poder allí mismo hospedarse. Por el momento, hay muchos hoteles en Brumadinho y Belo Horizonte, algunos de ellos asociados al parque y con descuentos especiales (podés chequearlos aquí)
Si te gustó la propuesta, visitá la web de Inhotim para más información:
