Tercera jornada en El Calafate: nos espera una excursión que promete glaciares imponentes y un almuerzo en un lugar soñado. Dicen que es una de las imperdibles y pronto descubriremos por qué.
El día arrancó temprano, frío y oscuro. Partimos hacia el Puerto Punta Bandera, a 47 kilómetros de la ciudad. El Glaciar Perito Moreno es el único al que se puede llegar por vía terrestre, así que para conocer otros glaciares nos embarcaremos en un catamarán que nos llevará a navegar las aguas del Lago Argentino.
Llegamos al puerto, una fila ordenada aguarda el ingreso. Hay miradas de ansiedad y sonrisas que se asoman sorteando las bufandas. Los niños de nuestro grupo nunca han estado en un barco, así que la emoción para ellos es doble: la experiencia y lo que verán sus ojos será algo que quizá jamás olviden.
Somos 208 pasajeros en la nave Nueva León, una de las cuatro de la flota de Solo Patagonia en la que haremos el recorrido. Nos apresuramos a buscar nuestras ubicaciones, pero lo cierto es que la vista es espectacular desde cualquier lugar: los enormes ventanales permiten disfrutar del paisaje en todo momento.
Ruth y Silvina, las fotógrafas oficiales, dan consejos de cómo sacar una buena foto con los icebergs de fondo y algunas pautas de organización para que todos podamos realizar, de manera ordenada, la mejor toma.
Vamos navegando el Brazo Norte del Lago Argentino. Atravesamos la Boca del Diablo con destino al Canal Upsala. Nos adentramos en un territorio helado. Es un buen momento para preparar un mate y disponerse a disfrutar lo que sigue.
Llegamos al Glaciar Upsala
Todos afuera. Desde la proa de la embarcación los flashes intentan captar lo que vemos, pero dudo que alguna imagen le haga justicia. No hubo consejo que valiera, porque la emoción hace que los dedos se apuren y que todos intentemos sacar veinte, cincuenta, cien fotos. Un témpano de hielo gigante refleja la luz del sol y desprende matices que van desde el celeste claro hasta un azul intenso. Es un espectáculo increíble, que se completa con el Glaciar Upsala asomando su imponente figura en el fondo de la escena.
Mariano, uno de los guías, nos explica que ese iceberg majestuoso es un desprendimiento del glaciar y que se mantiene en flotación ya que el hielo es más liviano que el agua. Una bendición de la física.
En este lugar, el Lago Argentino alcanza su profundidad máxima de 730 metros. Estamos en la primera parada y aquí nos quedaremos, hasta que las fotos cesen o hasta que los ojos se acostumbren, si es que eso sea posible.
Hacia el Glaciar Spegazzini
Camino hacia el gigante de los gigantes aparecen al costado de la embarcación enormes témpanos de hielo, de formas y colores caprichosos y cambiantes, que asoman soberbios en la superficie del lago.
En el Captain´s Club, el sector exclusivo del barco, 16 pasajeros disfrutan de un servicio VIP. Alejo y Andrea vienen de Salto, provincia de Buenos Aires, y se tomaron algunos días para disfrutar solitos y realizar un viaje que, dicen, “se debían”. “Nunca pensé que iba a vivir esto -cuenta emocionado Alejo-. Es increíble”. Para Andrea, todos deberían visitar este lugar al menos una vez en la vida. “Uno viene sin saber con qué se va a encontrar y de pronto descubre esto, que es maravilloso”, asegura.
A lo lejos, el Spegazzini aparece y salimos para contemplarlo. Hace muchísimo frío y el viento vuela los gorros de algunos desprevenidos. De pronto, las palmas de las manos miran al cielo y un agua nieve moja los dedos. La felicidad es infinita. Por unos pocos minutos, nieva. Un ítem más en la lista de inolvidables: los más pequeños de la familia han visto nevar por primera vez.
De a poco, el silencio se vuelve reverencial. Quedamos hipnotizados por el glaciar más enorme de todos: el Spegazzini lo dobla en altura al Perito Moreno. Es el glaciar con las paredes más altas dentro del Parque Nacional, alcanza los 130 metros y, por debajo del agua, sus hielos se extienden 120 metros más, lo mismo que la profundidad que tiene el lago en ese punto en donde estamos.
De pronto, las palmas de las manos miran al cielo y un agua nieve moja los dedos. La felicidad es infinita. Por unos pocos minutos, nieva. De a poco, el silencio se vuelve reverencial. Quedamos hipnotizados por el glaciar más enorme de todos: el Spegazzini".
Marina
Refugio Spegazzini: almuerzo con una vista única
Nos preparamos para desembarcar en la base Spegazzini, allí nos espera el refugio del mismo nombre y un almuerzo con una vista fuera de serie. Ya en tierra, caminamos tres cuadras por el sendero del bosque, bordeando la Bahía de los Glaciares. En una de las estaciones temáticas, Laura, otra de las guías, nos brinda información sobre la flora autóctona y los glaciares Heim, Peineta y Spegazzini, que rodean el lugar en donde estamos y conforman un marco visual inigualable.
El Refugio Spegazzini merece una mención especial: está inmerso en la naturaleza, estratégicamente ubicado para poder apreciar los glaciares a través de sus enormes ventanales, para poder admirar toda esa belleza entre bocado y bocado.
Se construyó en el año 2019 pero estuvo cerrado durante la pandemia, por lo que se inauguró en esta temporada. Sus instalaciones son impecables, hay muchas mesas para comer cómodamente alguno de los menúes que allí se ofrecen, desde opciones de sandwichería fría hasta alternativas más completas, con entrada, plato principal y postre. Hay microondas y hornos eléctricos para poder calentar las viandas y una boutique en donde comprar algún lindo souvenir.
Nosotros nos deleitamos con el Menú Refugio: una empanada de carne, cazuela de cordero y una mousse de chocolate completaron la experiencia y nos dejaron con la panza llenísima y el corazón todavía más contento.
Un rato para disfrutar de la playita a orillas del lago y más fotos en el mirador con toda esa belleza natural de fondo. Ya es hora de volver, pero quisiéramos quedarnos para siempre.
Si vas a hacer esta excursión, tenés que saber…
- El Captain´s Club es un servicio diferencial que ofrece esta excursión, que incluye una atención en un sector exclusivo de la embarcación, así como desayuno, picada, almuerzo y postre incluidos, además de café y bebidas durante todo el viaje.
- Podés contratar el menú de forma adicional. Hay opciones con carne y también para vegetarianos y celíacos, y un menú infantil para los más peques. También podés incluir el traslado ida y vuelta desde tu hotel hasta el puerto.
- Acordate que para realizar cualquier excursión dentro del Parque Nacional Los Glaciares tenés que abonar el ingreso. Podés hacerlo en el lugar o de forma anticipada AQUÍ.
¿Querés más info?
Solo Patagonia, Av. del Libertador 1265, El Calafate, Santa Cruz
Tel: 02902 49-1155, https://solopatagonia.com
¿Querés saber qué hicimos el resto de los días? Te dejo aquí nuestro recorrido:
¿Querés saber qué más podés hacer en El Calafate? Leé la nota: